Por primera vez, en sus cuarenta años de historia, la Capilla Madre del Chachil celebrará su fiesta patronal con una novena completa, algo que nunca antes había sucedido.
En la esquina de Pringles y Sosa, esa pequeña capilla que muchos zapalinos conocen y que guarda una imagen única de la Virgen con rostro mapuche, se prepara para vivir un tiempo especial: nueve días de oración, reflexión y encuentro.
Nueve días para pedir, agradecer, o simplemente estar.
El diácono Alberto Roselli, con quien conversamos en Radio Mega, explica que “la novena es una tradición antigua, una forma de preparar el corazón para la fiesta patronal. En otras diócesis, como en Córdoba, es una costumbre habitual. Pero aquí, en Neuquén, donde los sacerdotes son pocos y el tiempo escaso, solía hacerse solo un triduo, tres días. Este año, sin embargo, la comunidad se animó a dar un paso más grande: a vivir la fe en plenitud”.
Y hay entusiasmo. “Hay alegría. Porque se trata no solo de una celebración religiosa, sino también de un gesto de identidad: esa imagen de la Virgen con rasgos mapuches es la única en la Argentina. Representa el cruce de culturas, la fe que se encarna en la historia y en la tierra que habitamos”, nos dice Alberto.
Las celebraciones comenzarán el viernes 17 y se extenderán hasta el domingo 26 de octubre.
Los domingos, las misas serán a las 11 de la mañana; el resto de los días, a las 19 horas, precedidas por el rezo del rosario.
Cada jornada “estará dedicada a una intención distinta: las familias, los niños, los jóvenes, los enfermos… todos tienen su espacio, su momento” agrega el diacono.
Y, como siempre, hay también una invitación de Alberto al gesto solidario, “Quien pueda, quien quiera, puede acercar un alimento no perecedero. No es una obligación, es una manera de acompañar, de tender una mano, de recordar que la fe también se traduce en obras”,
En palabras de Alberto, “cuando el agua sube más alto que la nariz, todos sabemos a dónde mirar”. Y es cierto: en tiempos difíciles, volver a los valores esenciales, a la esperanza compartida, puede ser el refugio más simple y más verdadero.
Así que, entre el 17 y el 26 de octubre, la Capilla Madre del Chachil abre sus puertas y su corazón.
Para rezar, para agradecer, o simplemente para mirar de cerca esa Virgen que, con su rostro mapuche, nos recuerda que la fe también tiene raíces